Elecciones Municipales, una muestra de nuestra democracia.

Tuve la dicha de observar en el interior muchos entretelones de una jornada electoral, como la del pasado domingo 7 de noviembre. La tarde-noche anterior, muchas personas con exceso de consumo de bebidas alcohólicas y sus lógicas consecuencias.

El día de las elecciones fue evidente que los partidos o movimientos que tenían mayor infraestructura, dinero y medios de transporte hacían lo imposible por llevar a la gente a los locales de votación. No obstante, llama la atención la ausencia de casi la mitad de los habilitados, que ni a la fuerza fueron a votar.

Es que el sistema ya no es creíble. No se confía más en los candidatos, que surgen muchas veces por los acomodos familiares y amistosas en los ámbitos de poder. Se posicionan los rostros y números de listas de los candidatos, ensuciando todas las ciudades, paredes y carteles. Finalmente gana el que tuvo más votos. Dicen que ese fue el electo o la electa.

Me permito reflexionar en la siguiente dirección:
  • Este sistema de elegir o "votar" no es muy democrático, al no representar realmente la voluntad de la gente que va al lugar de votación, sino que expresa la voluntad de los que los movilizan con diferentes incentivos o amenazas.
  • Gente de bien, de trabajo, de trayectoria... difícilmente ganan elecciones, porque "no manejan la maquinaria electoral". Y esto es lamentable para el futuro de la ciudad y del país.
  • Si seguimos así, la política será la profesión de los politiqueros, y definitivamente no será el arte de la búsqueda del bien común.
  • En otros países, más avanzados que el nuestro, los que no votan pagan una multa equivalente a un salario mínimo mensual. No se los paga PARA IR A VOTAR, sino que SE LOS MULTA POR NO IR. Entonces la mayoría va a votar, aunque sea en contra de alguien.

Arnoldo Wiens
Director de RCI

1 comentario:

  1. "Es imposible". dijo el orgullo. "Es arriesgado". dijo la experiencia. "No tiene sentido." dijo la razón. "Inténtalo" susurró el corazón y así fue, pero conocimos la traición de unos, el hastío de otros y el atropello de aquellos

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